jueves, 9 de septiembre de 2010

Chiquita de Antonio Orlando Rodríguez

Antonio Orlando Rodríguez, Ciego de Ávila, Cuba 1956 . Escritor, crítico e investigador literario.

"Chiquita existió y en este libro se cuenta su vida. Una
vida tan fuera de lo común y asombrosa como ella misma.
Nació cuando comenzaba una guerra y murió al finalizar
otra. Y durante ese tiempo, protagonizó su propia guerra
contra un mundo que parecía empeñado en clasificarla como
un «error de la naturaleza».




El párrafo anterior es parte del preámbulo escrito por el autor a esta obra que cautiva al lector desde la primera línea. Es esta la vida novelada pero real de Alice Espiridiona Cenda, artista cubana que de adulta no llegó a medir más de 66cm. No una enana sino un pequeño y adorable ser, una preciosa liliputiense que llevó una vida apasionante a pesar, o precisamente por las características especiales de su naturaleza física.


La historia, es contada en parte por la misma protagonista, No obstante, por detrás del afán de Chiquita en retratarse para la posteridad como una gran estrella siempre brillante, se deslizan de a poco las sombras de la decadencia, los desengaños amorosos, la lenta relegación a las ferias de freaks, y el drama íntimo de una artista que no quiere resignarse a ser exhibida como un mero fenómeno de circo.

El autor logra hacernos vivir intensamente durante gran parte de la novela la vida azarosa de la protagonista, sus amores, sus triunfos y sus fracasos. Solo en la última parte decae la historia como decae también la vida de Chiquita hasta perderse en el olvido. Para mi gusto, como sucede en algunas corridas de toros, el escritor falló al momento de matar. La novela no termina con el mismo brío con el que empezó. La obra, Premio Alfaguara de novela, es, no obstante, uno de los libros más entretenidos que he leído últimamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con usted en que es una novela entretenidísima. A lo que añado: y muy bien escrita. Sin embargo, no comparto su opinión sobre el final. El episodio donde el secretario de Chiquita y su criada se suben al bote me pareció bello. Ese final me conmovió.